miércoles, 18 de marzo de 2020

HISTORIA 4° Año Electro y Const. Navales - Apunte n° 1 - IMPERIALISMO

Alumnos:
Este es el, archivo de lectura y las actividades correspondientes a la materia de Historia de 4º Año.

Entrega: El trabajo finalizado deberá enviarse al siguiente correo samgh1985@gmail.com,
En la entrega debe figurar Apellido, Nom,bre y Curso del alumno
Todos los alumnos deberán tener las actividades en sus respectivas carpetas
(NOTA: Este texto puede seleccionarse totalmente y pegarlo en Word para comodidad del estudiante)

Profesora Ghersinich Samanta 
 Actividades:

Tras una atenta lectura del texto adjunto debe responderse el siguiente cuestionario y completando también el cuadro

1.      ¿Por qué el trabajador fue adquiriendo importancia? ¿Qué ha conseguido y cómo se ha organizado?
2.      Explicar el significado de esta frase: “El mundo occidental avanzaba hacia un sistema político basado en un electorado cada vez más amplio”.
3.      Definan los siguientes términos: liberalismo, proteccionismo, división internacional del trabajo y concentración económica.
4.      ¿En qué consistió la crisis de 1873 y cuál fue su solución? 
5.      Definir Imperialismo con sus palabras y cuáles fueron sus causas.
6.      Completar el siguiente cuadro:


Definición
Ejemplos
Imperialismo Formal


Imperialismo Informal



7.      ¿Qué justificaciones utilizaron las potencias europeas para llevar a cabo la dominación de los territorios?
8.      Explicar por qué se puede considerar a algunos países de América Central y el Caribe como economías de enclave.
9.      Realizar un breve texto en los que se relacione los siguientes términos: Desarrollo industrial- Nuevos mercados- dominio territorial- colonias.

IMPERIALISMO

¿Por qué se produjo el imperialismo del siglo XIX?

Transformaciones políticas y sociales del siglo XIX

En las últimas décadas del siglo XIX, y como consecuencia del crecimiento industrial, un número mayor de obreros se incorporó al mundo del trabajo asalariado en fábricas y talleres. Muchos trabajadores comenzaron a organizarse en defensa de sus intereses y para mejorar las condiciones en las que desempeñaban sus tareas.
El desarrollo industrial en distintos países de Europa occidental fue acompañado con el incremento del número de trabajadores, cuyas condiciones laborales no mejoraron y por ende, se crearon  los sindicatos. Estos canalizaban los reclamos por las mejoras.
En Inglaterra, el derecho de asociación se reconoció en la década de 1820, por lo que los obreros comenzaron a fundar sus primeras organizaciones, aunque fueron reconocidas oficialmente en 1871. En el resto de Europa las asociaciones se formaron en las últimas décadas del siglo XIX.
Por medio de las huelgas y manifestaciones, lentamente, los trabajadores consiguieron el reconocimiento de algunos derechos.
Durante este periodo, también se comenzó con el reclamo a la inclusión de un número mayor de personas en el derecho a votar. El proceso no fue sencillo, muchos grupos que detentaban el poder en los diferentes países intentaron poner trabas a la ampliación electoral. En la primera mitad del siglo se establecieron límites a la capacidad de ejercer el derecho.
Recién a mediados del siglo XIX, la situación comenzó a modificarse. Por un lado, porque los gobernantes descubrieron que para gozar de mayor legitimidad debían contar con el apoyo electoral de una gran masa de votantes. La paulatina apertura electoral se logró también como consecuencia de que las elites gobernantes creían que los efectos de la ampliación de votantes podían ser controlados. Para ello, se implementaron diversos mecanismos. En Inglaterra, la existencia de la Cámara de los Lores compensaba los efectos democratizadores de la Cámara de los Comunes; mientras que en el Imperio Alemán, si bien existía el sufragio universal para los varones, la forma en que se practicaba el voto intimaba a muchos votantes y aseguraba así el mantenimiento del statu quo.

Cambios económicos

El crecimiento industrial estuvo basado en la producción a gran escala de hierro. Carbón y acero. Estos productos se utilizaban, entre otras cosas, para construir medios de comunicación y transporte (ferrocarriles, barcos a vapor y telégrafos).
Una de las consecuencias fue la transformación del mundo de las comunicaciones y el consiguiente acortamiento de las distancias entre los países. Este proceso favoreció la integración  del mercado mundial y el intercambio de productos entre diversos Estados y regiones. Muchos Estados redujeron las barreras aduaneras, acordes a los preceptos del liberalismo, que sostenía que para que se produjera el crecimiento económico se debía favorecer la libre circulación de bienes, personas y capitales.
Al mismo tiempo, los distintos países se especializaron en la producción de bienes que tenían ventajas competitivas. Así, un conjunto  de países (Inglaterra, Alemania, Francia y Bélgica) se concentraron en la producción de manufacturas, mientras que otros se concentraron en la producción de materias primas.  Este proceso se conoció con el nombre de división internacional del trabajo.
La producción de manufacturas produjo un aumento mundial de la producción y, por lo tanto, la competencia entre esos países por hallar mercados donde vender sus productos.
A principio de la década de 1870, el mercado mundial se saturó, lo que genero un mercado de descenso de los precios. Los empresarios sufrieron drástica caídas en sus beneficios. A comienzos de 1873, la crisis industrial se hizo evidente. Muchas fábricas, al no tener donde colocar sus productos, debieron reducir sus inversiones o cerrar sus puertas. Además, algunos bancos quebraron ante la falta de pago de los créditos industriales que habían otorgad en la etapa previa de bonanza económica.
La crisis de 1873 dio origen a una nueva etapa,  la Gran Depresión. El sector agrícola europeo fue duramente golpeado, muchos campesinos y jornaleros debieron abandonar sus tierras y emigrar hacia otros países, dando origen a las migraciones ultramarinas masivas de finales del siglo XIX. Aquellos que decidieron quedarse, presionaron a los distintos gobiernos para que establecieran medidas proteccionistas que prohibieran la importación de materias primas y alimentos. El mismo reclamo se reclamó desde el ámbito industrial y el de los negocios. El único país que se mantuvo fiel a los dictados del liberalismo fue Inglaterra, porque su economía dependía fuertemente de la importación de materia prima y de la exportación de productos industriales.
La crisis produjo cambios en la organización industrial. Para reducir la competencia y aumentar los beneficios, se dio en algunas industrias un proceso de concentración económica. Muchas empresas ligadas a las industrias de base (la del hierro y la de acero) y las que utilizaban formas revolucionarias de energía, como el petróleo y la electricidad, se fusionaron, dando origen a conglomerados industriales que controlaban gran parte del mercado. Por ende, las empresas más pequeñas fueron eliminadas y, ya sin competencia, los trusts podían definir los precios de lo producido como así la cantidad de producción.
Al mismo tiempo, se produjo una reorganización de la forma de producción para reducir costos. Esto se conoció con el nombre de su creador Frederick Taylor. El proceso de producción se parceló en mínimas partes, por lo que el trabajador solamente realizaba una única tarea, de manera repetitiva y cumpliendo con un tiempo mínimo, exacto y determinado. Se estableció un sistema de pago diferenciado, por lo cual el trabajador que producía más recibía mejor paga. Unos años más tarde, Henry Ford agregaría un elemento a este proceso productivo: la cadena de montaje.

EL IMPERIALISMO

Desde la crisis de 1873, los distintos gobiernos europeos tuvieron como objetivo lograr el equilibrio de sus economías, lo que llevó a pensar estrategias políticas. En este contexto, la competencia impulsó una rivalidad por el control de mercado y que en ocasiones se tradujo en conflictos armados.
Este fue uno de los motivos que dio origen al imperialismo, entendido como la conquista de extensas zonas del mundo por las principales potencias europeas.
Cuadro de texto: “El termino imperialismo hace referencia a la actitud o acción que conduce al dominio de un Estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.” 


El imperialismo en África

Antes de la expansión de las potencia, las misma solo estaban presentes en las costas africanas. A fines del siglo XIX, África era una importante fuente de materia prima, estas condiciones fueron las causas de importantes reclamos territoriales de Alemania, Italia y Bélgica, aumentando las rivalidades entre los países europeos por el dominio del continente.
Entre los años 1884 y 1885, representantes de países europeos y los Estados Unidos  se reunieron en la Conferencia de Berlín, ningún representante africano fue invitado; el resultado fue el reparto del continente entre las potencias imperialistas. El acuerdo aseguró las posesiones británicas, francesas ya existentes, además contemplo los reclamos de Alemania, Italia y Bélgica, que hasta entonces no contaban con colonias.

La expansión colonialista en Asia

En principio viene motivada por el deseo de las naciones que ya tenían posesiones en este continente de incrementar su influencia; a esto se añade la acción de nuevas potencias coloniales como Rusia, Estados Unidos y Japón. Ya se habían establecido numerosas factorías comerciales en la zona, pero el impulso más importante a este avance vino propiciado por la apertura del Canal de Suez en 1869, que sirvió sobre todo para facilitar las relaciones con la India, importantísima colonia británica, símbolo de su Imperio.
En general, las grandes potencias buscaban en este continente fomentar sus intereses económicos y financieros, por lo que el protectorado fue la forma más difundida y aceptada de administración colonial. Dentro de este proceso penetración imperialista en Asia, distinguimos asimismo una serie de rivalidades internacionales, que se resuelven mediante conflictos bélicos, o bien a través de acuerdos o tratados de reparto. También existieron rivalidades económicas entre las potencias europeas, motivadas por el afán de repartirse China; a través de una política de concesiones, zonas de influencia y territorios en arriendo, éste país quedó sometido a los intereses imperialistas de las potencias occidentales.

El imperialismo de los Estados Unidos

 Mediante una política imperialista, de corte económico y financiero, ejercieron un amplio control sobre los Estados Latinoamericanos sin necesidad de realizar una conquista directa y perdurable. Se aplicaba así una particular versión de la doctrina Monroe (“América para los americanos”) que se traducía en una realidad basada en América para los Estados Unidos.
 El potencial económico de los Estados Unidos le permitió realizar la expansión territorial que marcó las líneas de su política colonial. En primer lugar, podemos decir que el imperialismo norteamericano colonizaba las zonas próximas: América Central, América del Sur y El Caribe. Fue un neocolonialismo prematuro al ejercer sobre estos territorios una sumisión económica a su conquista o control político. En este sentido utilizaron a los gobiernos débiles y corruptos sometiendo a las oligarquías caciquiles locales a sus intereses, formando así la llamada área del dólar.
 Fue bajo la presidencia de T. Roosevelt (1901-1910) cuando se perfiló la política iberoamericana de los Estados Unidos, definida por él mismo como de big-stick (“gran garrote”): según esta, los estadounidenses tenían la misión de proteger al resto del continente americano por mera necesidad de supervivencia y por la inmadurez de los protegidos, realizando una política muy intervencionista en zona.

El imperialismo japonés

Las causas del imperialismo japonés hay que buscarlas en la falta de materias primas para su industria y en la necesidad de ampliar sus mercados exteriores. A sus afanes coloniales no pudieron oponerse ni chinos ni rusos. El gran desarrollo interno de Japón fue debido a las reformas de la revolución Meiji, que hicieron posible a su vez, su política, expansionista. Este imperialismo provocó la Guerra Chino–Japonesa (1894-1895), por la que Japón se apoderó de Formosa, y tuvo como consecuencia la independencia de Corea (poblada en buena parte por japoneses).
Por otro lado, el afán expansionista de Rusia y Japón, en el norte de China y la península de Corea, desencadenó la guerra ruso-japonesa (1904-1905). La victoria de Japón obligó a Rusia a renunciar a sus pretensiones en China y permitió establecer el protectorado japonés sobre Manchuria, Corea (anexionada definitivamente en 1910) y Port Arthur.

Las justificaciones del imperialismo

Las potencias europeas esgrimieron un conjunto de motivos que ayudaron a justificar el dominio que impusieron a distintas zonas del globo.
Aunque existían razones económicas que impulsaban la ocupación de otros territorios, estas no fueron las únicas motivaciones para la expansión. En algunos países, había un fuerte convencimiento de que la expansión imperialista podía justificarse por razones civilizatorios. Los europeos creían que era su obligación, en tantos pueblos civilizados, educar a las poblaciones colonizadas (se las consideraban inferiores) y brindarles un conjunto de valores occidentales. Estos valores eran la religión católica, la moral occidental, el decoro y la laboriosidad, necesarios para erradicar prácticas de los nativos, considerados salvajes y atrasados.
Esto se asentaba en la creencia de la superioridad racial del hombre blanco. La idea del racismo científico se basaron en el desarrollo que durante este periodo alcanzaron las ciencias naturales y en articular la teoría se la selección natural de Charles Darwin.
Otro motivo a favor del imperialismo estuvo asociado al desarrollo que adquirió dentro de Europa el nacionalismo como movimiento político. Cada vez más, los grupos gobernantes asociaron la grandeza de sus respectivas naciones a su capacidad para convertirse en una potencia. Y esto significó imponer sus deseos e intereses sobre otro conjunto de territorios, tanto de manera directa como indirecta. 

Imperialismo formal e informal

 El termino imperialismo se aplica al proceso que consistió en el dominio político y económico establecido por un conjunto de países (potencias) sobre otros (colonias), esta relación adquirió diferentes formas. Algunos países establecieron un dominio formal sobre territorios que controlaban, sobre todo en el sudeste asiático y en el continente africano. Por ejemplo los ingleses controlaban la India y diversas colonias africanas. En este caso, al comienzo la mayoría de los territorios fueron incorporados como protectorados, pero al tiempo todos se convirtieron en colonias dependientes del Ministerio de Colonias.
Francia, segunda potencia imperialista, centró sus dominios coloniales el África. En 1895, el gobierno francés instituyó el África Occidental Francesa, que comprendía loa territorios de Mauritania, Senegal, guinea, Costa de Marfil, Níger, entre otros territorios. En 1910 se organizó África Ecuatorial Francesa, todos dependían del Ministerio de Colonias.
Durante esta etapa, hubo otra forma en la que se desarrolló el imperialismo. Algunas potencias extendieron su influencia económica y cultural sobre otros países que formalmente eran independientes. Esta forma de control se conoce como imperialismo informal.
El caso más importante es el de EEUU, que había extendido su influencia sobre algunas zonas del océano Pacifico: en 1887 compró Pearl Harbor que lo convirtió en una base naval y luego anexo el archipiélago de Hawái. La otra zona fue el Caribe, EE.UU. colaboró en las guerras de independencia de Cuba y Puerto Rico contra los españoles. Ambos lograron su independencia, pero Puerto Rico se convirtió en un país dependiente de EEUU, Cuba se convirtió en independiente. El gobierno estadounidense logro que se sancionara una constitución cubana incluyendo una enmienda (Enmienda Platt), que reconocía el derecho de intervención de EEUU en el territorio cubano. Esto significaba que los intereses comerciales estadounidense se vieran perjudicados podían intervenir en la isla. A su vez también consiguió una porción de territorio, la bahía de Guantánamo, que se convirtió en una base militar.

Consecuencias del imperialismo

 Económicas: • Se construyen obras de infraestructura y vías de comunicación sobre paisajes naturales. (Canal de Suez y Panamá)
• La producción industrial capitalista arruinó la producción artesanal nativa y sus incipientes formas de industrialización.
 • División económica mundial, el de los países que dominan la economía mundial y constituyen el centro del sistema capitalista, que organizan la economía de los países independientes; otro, los de la periferia descendientes de los anteriores, cada vez más lejos de iniciar su desarrollo.
Políticas: • Las potencias coloniales consiguen aumentar su poder e influencia en el mundo.
• Se produjo un clima de desconfianza que culminó en la Paz Armada y en el sistema de alianzas.
• La gran expansión del imperialismo finaliza con la I Guerra Mundial.
Sociales: • Utilización de la mano de obra nativa, gratuita o a muy bajo precio.
• Segregación racial y falta de respeto por las realidades de la vida propias de los nativos.
• Mejoras sanitarias aportadas por los europeos hacen disminuir las epidemias, reduciendo las tradicionales altas tasas de mortalidad.
• Imposición colonialista de las estructuras sociales propias de la sociedad capitalista, destruyendo la mayoría de las formas de organización social nativa.
 • Aparece una alta burguesía y, sobre todo, una burguesía media de funcionarios y profesionales, y un incipiente proletariado que coexisten con una gran masa de campesinos.
Culturales: • La cultura dominante de los colonizadores adoptó unas formas de superioridad que se manifiestan con el desconocimiento y el rechazo de las culturas indígenas.
• Se produce una europeización de países y continentes, por medio de la cultura, idiomas, formas de vida, religión, etc. Los misioneros tuvieron un papel relevante en este proceso.
• Tiene lugar un retroceso de la cultura tradicional y de las lenguas autóctonas, lo que provoca un desarraigo cultural de la población indígena (aculturación)

Bibliografía: Historia, La Argentina y el resto del mundo (primera mitad del siglo XX); Ed. Sm, 2012.

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