Fin del siglo y clima de ideas
Durante gran parte del
siglo XIX, el liberalismo fue la ideología dominante en las sociedades
occidentales. Así, garantizar los derechos civiles y políticos, las libertades
de acciones individuales y la limitación de la intervención del Estado en los
asuntos económicos se había convertido en un programa amplios sectores sociales
europeos, en especial de las clases medias. Pero en la medida en que el
programa político del liberalismo se impuso en parte del continente, nuevas
fuerzas ideológicas salieron a su cruce. Entre ellas, la más importante fue el
nacionalismo.
El
nacionalismo
En el
siglo XIX, los Estados europeos, tanto monárquicos como republicanos, fueron
incorporando lentamente la idea de nación como el elemento en el que reposaba
la soberanía y la unidad de la comunidad que habitaba en un territorio. Desde
entonces, los países se preocuparon por identificar cuáles eran los factores
que definían su propia identidad nacional.
Como
muchos Estados coexistían diferentes idiomas, los gobiernos se propusieron
consolidar una única lengua nacional a través de la acción de academias
oficiales que definieron reglas gramáticas, ortografía y vocabulario aceptado.
A su vez, ciertos idiomas que no alcanzaron el estatus de lengua nacional se
definieron como dialectos.
Otro
de los elementos que ayudaron a afianzar a la nación como base de legitimidad
de los Estados fue la construcción mítica de un pasado nacional. En ese sentido,
la historia se convirtió en una disciplina científica clave. A partir de la
acción de los historiadores, se intentó recuperar y valorar elementos que
funcionaran como “símbolos” de la existencia de la nación. Pero el proceso de
construcción de este nacionalismo estatal no fue lineal. Por un lado, surgieron
resistencias que se transformaron en reclamos nacionales; por ejemplo, esto fue
lo que ocurrió con la aparición de los movimientos nacionalistas vasco o
gallego en España que, a su vez, se vincularon con el reclamo de un territorio
propio y, por ende, de la independencia. Por otro lado, la idea de nación
también resulto un elemento aglutinante para ciertos sectores. Así, surgió un
nacionalismo de derecha, marcado por la xenofobia, la belicosidad, el reforzamiento
del patriotismo y de la identidad racial y étnica, el antisemitismo y el
desprecio por el socialismo.
Las
grandes potencias que controlaban el mapa mundial comenzaron a modificar las
relaciones entre sí, lo que derivó en un clima de tensión internacional. Este
periodo se lo conoce con el nombre de paz armada, es uno de los elementos
considerados como causa de la Primera Guerra Mundial.
Todos
los países involucrados participaron de una carrera armamentística de
enormes dimensiones. Este fue potenciado por el avance tecnológico e
industrial, en particular de la química (explosivos y gas venenoso). Además se
desarrollaron morteros, lanzallamas, ametralladoras, fusiles de repetición,
tanques de guerras y submarino.
La
preocupación para un posible conflicto fue cada vez más costosa. Los Estados
invertían mucho dinero en armamento, a fin de que no quedar relegados con
respecto a sus rivales.
Las
Alianzas Internacionales
Entre 1872 y 1890 las relaciones
internacionales europeas estuvieron marcadas por la preponderancia de Alemania.
Su canciller, Otto Von
Bismarck, intentó mantener no obstante una política de equilibrio entre las potencias,
que incluía el aislamiento de
Francia.
El país galo era
percibido por las potencias más conservadoras como el inspirador de las
ideas revolucionarias que atentaban contra el principio de
autoridad monárquica y el orden tradicional. La política bismarckiana recibió
el nombre de “Realpolitik” (“Política pragmática”) y se
llevó a la práctica mediante un complicado entramado de alianzas que es
conocido como "Sistemas bismarckianos".
A partir de
1890, tras el retiro de Bismarck, el kaiser (emperador) Guillermo
II tomó personalmente las riendas de la política exterior germana,
modificando la del viejo canciller.
Ya no se trató
solamente de aislar a Francia, también se pretendió rivalizar con el Imperio
Británico, apoyándose en la construcción de una potente marina de guerra. Es lo
que se conoce como “Weltpolitick”.
Las relaciones
entre las potencias se fueron haciendo cada vez más rígidas y
surgieron tensiones que se acrecentaron con los problemas
coloniales. La situación propició la formación de alianzas o
pactos de carácter político-militar cuyo fin fue proteger a los estados
integrantes en una eventual contienda bélica.
Las dos principales fueron:
· La Triple Alianza: Se formó en 1882 promovida por el canciller alemán Bismarck. Estuvo constituida por Alemania, Austria-Hungría e Italia. Sin embargo esta última no cumplió sus compromisos cuando estalló la guerra y en principio se mantuvo neutral hasta intervenir más tarde como miembro del bando contrario. A lo largo del conflicto nuevas potencias se adhirieron a este bloque: Turquía (octubre de 1914) y Bulgaria (octubre de 1915)
·La Triple Entente: Se creó en 1907 y sus integrantes fueron Francia, Gran Bretaña y Rusia, a las que se añadió más tarde Serbia. Se conoce también con el nombre de los “aliados”. Los precedentes de esta liga hay que buscarlos en la “Entente Cordiale” de Francia y Reino Unido, instituida en 1904. Durante el conflicto se incorporaron Bélgica (atacada por Alemania); Japón(agosto de 1914) aspirante a arrebatar a Alemania sus colonias del Pacífico y sustituir su papel de potencia imperialista en China; Italia (mayo de 1915); Rumanía (junio de 1916), Portugal (marzo de 1916); Estados Unidos (abril de 1917); Grecia (junio de 1917); también fue el caso de China y varios estados latinoamericanos.
Las dos principales fueron:
· La Triple Alianza: Se formó en 1882 promovida por el canciller alemán Bismarck. Estuvo constituida por Alemania, Austria-Hungría e Italia. Sin embargo esta última no cumplió sus compromisos cuando estalló la guerra y en principio se mantuvo neutral hasta intervenir más tarde como miembro del bando contrario. A lo largo del conflicto nuevas potencias se adhirieron a este bloque: Turquía (octubre de 1914) y Bulgaria (octubre de 1915)
·La Triple Entente: Se creó en 1907 y sus integrantes fueron Francia, Gran Bretaña y Rusia, a las que se añadió más tarde Serbia. Se conoce también con el nombre de los “aliados”. Los precedentes de esta liga hay que buscarlos en la “Entente Cordiale” de Francia y Reino Unido, instituida en 1904. Durante el conflicto se incorporaron Bélgica (atacada por Alemania); Japón(agosto de 1914) aspirante a arrebatar a Alemania sus colonias del Pacífico y sustituir su papel de potencia imperialista en China; Italia (mayo de 1915); Rumanía (junio de 1916), Portugal (marzo de 1916); Estados Unidos (abril de 1917); Grecia (junio de 1917); también fue el caso de China y varios estados latinoamericanos.
Las razones que llevaron a la formación de alianzas fueron:
Los recelos británicos ante el
incremento del poder económico y militar de Alemania, empeñada en la
construcción de una potente flota de guerra que estuviese en condiciones de
competir con la del Reino Unido.
Los intereses contrapuestos de Alemania y
Francia en Marruecos que originaron serios conflictos
diplomáticos en 1905 y 1911 ("Crisis
marroquíes").
El apoyo ruso a Serbia, país independiente desde 1867,
que aspiraba a conseguir los territorios de Bosnia-Herzegovina, anexionados
entre 1908 y 1909 por el Imperio Austro-Húngaro. Rusia, vinculada a Serbia por
estrechos lazos de carácter étnico y una común condición de pueblos eslavos anhelaba
liderar un proyecto de unificación "paneslavo".
La preocupación de Austria por el creciente
nacionalismo serbio, al que deseaba anular militarmente.
LA
PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Las
causas de la Primera Guerra Mundial
La
Gran Guerra no tuvo un único desencadenante. Varios factores incidieron en su
gestación. En el último tercio del siglo XIX, las principales potencias
europeas destinaron una gran cantidad de dinero a la producción de armamentos
y, al mismo tiempo, reforzaron su sistema de alianzas internacionales. Para la
década de 189p, se había reforzado la Triple Alianza, integrada por
Austria-Hungría, el Imperio Alemán e Italia, mientras que en la segunda mitad
de la década de 1900 se consolidó la Triple Entente entre Rusia, Gran Bretaña y
Francia.
Pero
estos agrupamientos y alianzas no fueron los únicos motivos que explican el
comienzo de la conflagración. Para comprender este proceso, es necesario
prestar atención a una serie de factores y conflictos puntuales, algunos de los
cuales se explicarán a continuación.
Las
crisis del Imperio otomano
Desde
fines del siglo XIX, el imperio Otomano ocupaba territorios en Asia, África y
los Balcanes, en Europa. El sultán turco tenia, por lo tanto, control sobre una
gran zona poblada por habitantes de muy diferentes orígenes culturales y
religiosos. En las primeras décadas del siglo, el imperio sufrió una serie de
contratiempos. Por el tratado de San Stefano (1878) y el Congreso de Berlín,
luego de la derrota sufrida por los otomanos en su guerra frente al imperio
Ruso, los territorios balcánicos fueron reorganizados, Bulgaria obtuvo su
independencia, al igual que Rumania, Serbia y Montenegro, mientras que otros
pasaron a formar parte de Rusia. Austria obtuvo la administración de
Bosnia-Herzegovina y Chipre bajo el control de los británicos.
Esta
situación demostró la debilidad del imperio Otomano y la importancia que para
las distintas tenía la zona de los Balcanes. Así, las potencias europeas
buscaron ejercer sus influencias políticas y económicas en la región.
En
las décadas siguientes, otro motivo de alarma se produjo en las fronteras del
imperio, surgió el movimiento de Jóvenes Turcos organizado por un
grupo de oficiales del ejército, intelectuales y miembros de la burocracia, que
buscaba llevar adelante una serie de reformas políticas que modernizaran al
Estado. Una serie de enfrentamientos que culminó, en 1908, con el derrocamiento
del sultán Abdul Hamid II y su reemplazo por Mohammed V, quien se convirtió en
la cara visible del poder que tuvieron los Jóvenes Turcos.
Las
guerras en los Balcanes
En
1908, Austria-Hungría con el apoyo de Alemania, se anexionó el territorio de
Bosnia-Herzegovina, como una forma de consolidar su situación en la zona
balcánica. Ante esta situación, Serbia, Estado que consideraba que todos los territorios con población
eslava en la zona debían quedar bajo su control, profundizó su acercamiento a
Rusia.
Cuatro
años más tarde, se formó la Liga Balcánica, integrada por
Serbia, Montenegro, Grecia y Bulgaria. El objetivo era expulsar a los otomanos
de la región para luego repartirse los territorios que les arrebataran. Esta
situación condujo a la Primera Guerra de los Balcanes (1912-1913), que culminó con
la victoria de la Liga sobre los otomanos, tras la contienda, Macedonia fue
repartida entre Serbia, Bulgaria y gracia, mientras que secretó en la región un
nuevo Estado: Albania. Los límites entre los nuevos Estados eran inestables y
la influencia de Austria-Hungría en la zona crecía cada vez más.
Los
conflictos fronterizos llevaron a tensiones entre los países, que derivaron en
un nuevo enfrentamiento bélico en 1913. Los principales contendientes fueron
Bulgaria por un lado, Serbia y gracia, por otro. Estos últimos con el apoyo de
Rumania y Turquía, resultaron victoriosos, y Bulgaria perdió territorios.
Serbia vio reforzada su posición, pero no logro su
ansiada salida al mar. Entretanto, Alemania y Austria perdieron su principal
aliado en la región, el imperio Otomano, que quedó sin territorios en Europa.
Los
conflictos dentro del Imperio Austro-Húngaro
El imperio se conformó en 1867, cuando Austria
reconoció a Hungría como un estado autónomo dentro del Imperio y le concedió un
Parlamento propio.
El
emperador, Francisco José, debió enfrentar una gran cantidad de conflictos
ligados a las particularidades del imperio. Era este un territorio muy extenso
en el que convivían diversas minorías étnicas que reclamaban por sus derechos;
entre ellas, los húngaros, los eslovenos, los croatas, los serbios, los
polacos, etc.
Tanto
el parlamento austriaco como el húngaro resolvieron de manera diferente el
problema de las minorías nacionales. Dentro del primero, las minorías
recibieron un reconocimiento, en la medida en que obtuvieron representantes.
Por este motivo, los gobiernos austriacos eran de coalición. Los húngaros
resolvieron de manera diferente, dentro de sus fronteras se disolvieron las
leyes que garantizaban los derechos lingüísticos a las minorías y estableció la
lengua magiar como único idioma permitido.
El
dominio colonial en África
El
Congreso de Berlín había delimitado las conquistas territoriales en África
entre los distintos países europeos. Pero esto no implico la finalización del
conflicto, sobre todo en la zona occidental del continente, donde se produjeron
tensiones entre los países por la demarcación de las fronteras.
Una
de las tensiones más significativas se produjo en 1898, cuando Francia como
Gran Bretaña comenzó a construir líneas de comunicación entre sus respectivas
colonias. Cuando ambas potencias se encontraron en el sur de Sudán, comenzaron
los conflictos que no llego a hacer armado.
Entre
1905 y 1906, se produjo otra situación críticas, esta vez Francia y Alemania
por el estatuto de, Marruecos, región sobre la cual los franceses mantenían su
influencia. El pronunciamiento del káiser alemán a favor de la independencia
marroquí y la movilización tropas germanas motivaron la Conferencia de
Algeciras (1906), en la que Francia y España se repartieron el protectorado de
marruecos. Cinco años más tarde, el envió de un buque alemán al puerto marroquí
de Agadir desencadenó la segunda crisis marroquí entre Francia y Alemania, pero
la rápida acción de la diplomacia europea evitó el estallido de un
enfrentamiento armado.
El
atentado al archiduque Francisco Fernando
En
junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando, heredero del trono de
Austria-Hungría, inicio acompañado de su esposa una visita a la provincia
imperial de Bosnia-Herzegovina. El 28 de ese mes, mientras recorrían la ciudad
de Sarajevo, el archiduque y su esposa sufrieron un atentado que les costó la
vida. La responsabilidad del atentado fue atribuida a la organización
nacionalista serbia “Mano Negra”, y su autor fue uno de sus miembros, Gravilo
Princip.
El
atentado disparó el sistema de alianzas en Europa. A comienzo de julio,
Austria-Hungría, con el apoyo de Alemania, exigió a Serbia el esclarecimiento
del hecho y, a fines de más, envió un ultimátum al gobierno serbio.
La
repuesta de este no se hizo esperar: alegando la violación de su soberanía
nacional, decidió la movilización parcial de sus tropas, lo que llevo a una
ruptura diplomática entre ambos Estados. El 25 de julio, Rusia decidió apoyar a
Serbia y, tres días más tarde, el imperio Austro-húngaro le declaro la guerra a
Serbia. A su vez, Alemania lanzó un ultimátum a Rusia, exigiendo la suspensión
de la movilización de sus tropas en apoyo a Serbia y, también, envió una
notificación al gobierno francés para que, en caso de que se iniciara una
confrontación entre Alemania y Rusia, Francia se mantuviera neutral. Como el
gobierno ruso no respondió, el 1º de agosto Alemania le declaro la guerra a
Rusia y, dos días más tarde a Francia. Ante la invasión alemana a Bélgica, Gran
Bretaña decidió intervenir en el conflicto en defensa de Francia. En la segunda
semana de agosto de 1914, Francia y gran Bretaña declararon la guerra a
Austria-Hungría, mientras que este hizo lo propio con Rusia. Así se inició la
primera guerra europea a escala continental: la Gran Guerra.
La
Gran Guerra (1914-1918)
La Primera
Guerra Mundial involucro a las principales potencias europeas durante cinco
años. Como ha señalado el historiador François Furet, esta fue una guerra de
carácter democrático, en la medida en que involucró al conjunto de la
sociedades de los países contendientes; fue industrial, en la medida que la
tecnología y la industria de armamento desarrolladas en las décadas previas
tuvieron un rol decisivo en la contienda, y fue también una guerra patriótica,
marcada por la rivalidades nacionales, por lo que la lucha en defensa de su
propia nación se transformó en un elemento central. Dadas estas condiciones,
una vez desatado el conflicto solo podían existir para los involucrados dos
resultados posibles una completa victoria o una derrota absoluta.
Los contendientes
La guerra enfrentó a las dos grandes alianzas
organizadas entre fines del siglo XIC e inicios del XX; por un lado los Imperios
Centrales (Austria-Hungría y Alemania); y por el otro, la Triple
Entente, formada por Gran Bretaña. Francia y Rusia. Alineada junto a
este último grupo se encontraba Serbia.
Cada uno de los bandos buscó distintos
países como aliados. Japón declaró la guerra a Alemania, pues quería ampliar su
zona de influencia sobre el norte de china, donde los germanos tenían una concesión
territorial. Italia, que al principio se mantuvo neutral, apoyó la Triple
Entente a partir de 1915, pues en el Pacto de Londres , logró la promesa de que
tras la guerra obtendría ciertos territorios del Imperios austrohúngaro, a
cambio de su apoyo a la coalición. Otro de los países que la apoyaron a lo
largo del conflicto fueron Rumania, Grecia y, a partir de 1917, Estados Unidos.
Por su parte, los Imperios Centrales, lograron el apoyo de Bulgaria y Turquía.
Los primeros ataques
Al inicio, las estrategias
militares alemanas estuvieron concebidas en función de un plan de ataque en dos
frentes, a través de rápidos movimientos. En el frente oriental,
debía desplegarse una guerra de carácter defensivo, mientras que la mayor
cantidad de tropas debían concentrarse en el frente occidental para destruir
rápidamente al enemigo francés. Alemania puso en práctica el plan
diseñado por el general del Estado Mayor A. Von Shlieffen e invadió Bélgica violando con ello
la neutralidad de ese país. La intención era sorprender a los franceses por el
norte y llegar hasta París en pocas semanas.
Esta estrategia dio inicialmente resultados,
dado que para fines de agosto de 1914, los ejércitos alemanes ya ocuparon un área
importante entre París y Verdún. Pero entre el 6 y el 9 de setiembre, la batalla
del Marne, la contraofensiva francesa detuvo el avance alemán hacia
París y obligó la retirada de las tropas germanas. Sin embargo, unos meses
después, al fracasar la ofensiva marítima de la Tiple Entente sobre las tropas
alemanas, la guerra cambió su desarrollo: a partir de entonces, se llevó
adelante la llamada guerra de posiciones o de trincheras.
La guerra de posiciones o de
trincheras
El fracaso de las estrategias
alemanas, llevó a una nueva lógica militar. Esta fue conocida como la guerra
de posiciones o guerra de trincheras.
Las trincheras eran líneas de
fortificaciones estáticas cavadas en el suelo, en las que convivían los
soldados. Las trincheras servían de refugio y amortiguaban el efecto de las
explosiones. Y abrió paso a la guerra de frentes estables que
inmovilizó a los ejércitos en líneas de trincheras que se extendieron a lo
largo cientos de kilómetros, desde el Mar del Norte hasta Suiza A
una distancia relativamente cercanas, se encontraban ubicadas las trincheras
del bando enemigo. El principio que regía esta forma de combate era el desgaste
del ejército rival, es decir, causar, a partir de múltiples ataques, el mayor
número de bajas para que le fuese imposible continuar la lucha. Luego se
buscaba penetrar en el territorio contrario: a estas acciones bélicas se las
denomino batallas de rupturas.
Durante este periodo, fue en el
frente occidental donde se desarrollaron las batallas más importantes y
sangrientas, que culminaron con un gran número de muertos. Algunas de las más
notables fueron las de Ypres (1915), Somme (1916) y Flandes (1917). Pero la más
importante, por su duración y la cantidad de bajas fue la de Verdún, que se extendió entre
febrero y diciembre de 1916.
En la primavera
de 1916 tuvo lugar el hecho naval más importante de la contienda, la batalla
de Jutlandia, que se saldó con un ligero triunfo de la flota alemana sobre
la británica. No obstante, los buques alemanes se retiraron a sus bases,
interviniendo en adelante sólo en contadas ocasiones y dejando el peso de la
guerra en el mar a los submarinos.
Crisis de 1917 y el ingreso de
Estados Unidos al conflicto
El equilibrio
militar de finales de 1916 y la imposibilidad de dar fin
a la guerra a corto plazo puso en dificultades a los beligerantes. Tropas y
retaguardia fueron presa de una creciente desmoralización.
Durante 1917 se
desencadenaron protestas de soldados y mandos que se transformaron en
auténticos motines que fueron duramente
reprimidos. La unidad política se quebró en el seno de cada
una de las potencias e innumerables voces clamaron contra la
guerra, exigiendo una paz negociada.
Tanto en Francia como en Gran
Bretaña, la dureza de los combates en las trincheras, unida a la
escasez de víveres y pertrechos, provocaron huelgas en la
industria metalúrgica y la sucesión de una serie motines (primavera
de 1917) que fueron frenados mediante numerosos
fusilamientos.
Rusia constituyó
sin duda el escenario más convulso de esta etapa. Presa de un fuerte descontento
motivado por la escasez de víveres y los continuos descalabros militares,
sufrió diversos motines que finalmente desembocaron en la Revolución de febrero
de 1917. Meses más tarde, en Octubre de
1917, un golpe de
estado y alzó al poder a los comunistas de Lenin.
Éste entabló conversaciones con las potencias centrales con el fin de poner
término a la guerra en el frente oriental, hecho que se materializó finalmente
con la firma del Tratado de
Brest-Litovsk en marzo de 1918.
Sin embargo, la
entrada en guerra de Estados Unidos (también lo hizo
Grecia) en la primavera de 1917 alteró radicalmente las expectativas de
alemanes y austro-húngaros: supuso la apertura de un nuevo frente en los
Balcanes pero, ante todo, la irrupción de una potencia extraordinaria
que con su formidable peso económico, demográfico y militar, inclinó la balanza
definitivamente del lado de los aliados.
Las
razones que llevaron a los estadounidenses a intervenir en la guerra se
debieron en parte a la agresiva ofensiva en el mar
desarrollado por los alemanes (1915 el hundimiento del Lusitania). Las tesis
belicistas se habían logrado imponer a las más moderadas y Alemania había
declarado una guerra submarina total.
También influyó
en esa decisión la interceptación por los servicios de espionaje británicos del
llamado "Telegrama de Zimmermann" por el que
Alemania daba instrucciones a su embajador en México para que intentase
incorporar a este país en la contienda en contra los Estados
Unidos. El 2 de abril de 1917 el presidente Wilson declaró
la guerra a Alemania.
El final de la guerra y sus
consecuencias
El ingreso de EEUU en 1917
volcó la balanza de la guerra hacia el lado de la Entente. Durante 1918, el
retroceso de los Imperios Centrales, fue notorio. En setiembre de 1918, se
produjo la reunión de los mandos militares austriacos y alemanes, en la que se reconoció
la inutilidad de continuar la guerra, aunque se plantearon desacuerdos acerca
de la forma en que debía llevarse a cabo el armisticio. En octubre, ante la
presión de su ejército, el gobierno alemán solicito al presidente norteamericano, Wilson, el fin de las
hostilidades; a cambio este exigió la
evacuación de los territorios ocupados.
Además de la situación
externa, Alemania enfrentaba graves problemas internos: crisis económica,
levantamientos populares y una sublevación en la base naval de Kiel fueron las
razones que llevaron el 9 de noviembre a la abdicación del káiser Guillermo II
y a la proclamación de la República. Dos días más tarde, Alemania firmo el
armisticio lo que marcó el fin de la Primera Guerra Mundial.
La conferencia de París y la
reconstrucción del mapa europeo
Durante los meses siguientes, los
otros países integrantes de los Imperios Centrales fueron, uno tras otro,
firmando el fin de las hostilidades. En enero de 1919, comenzó en la ciudad de
París la Conferencia de Paz. En ella participaron los representantes de las
potencia vencedoras quienes, acompañados por expertos (geógrafos, diplomáticos e historiadores),
acometieron la misión de reconstruir el mapa europeo. Inicialmente, la base de
las discusiones fueron los llamados 14 Puntos de Wilson que, entre otras cosas,
sostenían la necesidad de establecer nuevas fronteras entre los países, a
partir del principio de autodeterminación de los pueblos.
El problema radicaba en que nadie
tenía claro sobre la base de qué criterio objetivos podían establecerse una
frontera o definir qué era una nación. Estos fueron algunos de los puntos de
debates mientras duraron las negociaciones de paz, sobre todo, porque quienes
participaron de ellas tenían posturas diferentes sobre la idea de la
autodeterminación. Por ejemplo, lo franceses estaban preocupados por debilitar
a Alemania, mientras que los italianos señalaban la necesidad de respetar las
fronteras naturales y atender a la viabilidad económica de los nuevos Estados.
A su vez, los británicos y estadounidenses sostenían que, al trazar las nuevas
fronteras, era necesario atender a los principios etnográficos respectos de los
pobladores.
En definitiva, en la definición
de las fronteras entre los nuevos Estados surgidos del desmembramiento del
Imperio austro-húngaro y la redefinición de los países balcánicos y bálticos,
fueron utilizados criterios geopolíticos, estratégicos y étnicos. La necesidad de
evitar un nuevo crecimiento de Alemania y el temor a una expansión del
comunismo desde Rusia fueron los motivos que movieron la creación de los nuevos
Estados europeos: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia,
Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría.
El Tratado de Versalles
El primero de los tratados de paz, firmado en
el marco de la Conferencia de parís fue con Alemania. Este se los conoce con el
nombre de tratado de Versalles. En primer lugar, se determinaron las
nuevas fronteras de Alemania: entre los cambios más significativos, se devolvió
la región de Alsacia-Lorena a Francia, Danzig se convirtió en ciudad libre
(bajo la autoridad de polaca) y la población de las zonas fronterizas junto al
nuevo Estado polaco fue sometido a un plebiscito para que definiera su
incorporación a Alemania o a Polonia. A su vez, la región del Sarre (con minas
de carbón) fue puesta bajo el control de la Sociedad de las Naciones durante
quince años, aunque su administración quedo a cargo de Francia. Además, se
obligó a Alemania a renunciar a sus colonias, a reducir su ejército a solamente
cien hombres, a eliminar el servicio militar obligatorio y a fabricar material
de guerra, entre otras cláusulas.
Lo más importantes de todo es que
se definió que Alemania era la única responsable por el inicio de la guerra.
Por ese motivo, se decidió que debía pagar cuantiosas reparaciones a los países
vencedores, es decir, el desembolso de dinero durante un periodo determinado,
además de entregar anuales de carbón, ganado y la mitad de la producción
química y farmacéutica durante cinco años.
Cuando las condiciones del
tratado se hicieron públicas en Alemania, fueron vistas por la sociedad entera
como una humillación y una injusticia. Así comenzaron y se reforzaron las
teorías que señalaban que Alemania había sido “apuñalada por la espalda”. Esto
produjo que una situación de gran inestabilidad política durante los primeros
años de la República.
La Creación de la Sociedad de las
Naciones
La primera parte del Tratado de
Versalles establecía la creación de un organismo internacional encargado de
garantizar la paz y el restablecimiento de las relaciones internacionales. Esta
institución fue conocida con el nombre de Sociedad de las Naciones.
Si bien en sus estatutos la
institución proclamaba que su objetivo era la integración de todos los países
del mundo, se excluyó inicialmente a Alemania, Turquía y Rusia, aunque en las
décadas sucesivas fue aceptada su incorporación. El otro país que no integró
nunca fue Estados Unidos, aunque la institución había sido creada por
sugerencia de su presidente Wilson.
Durante sus años de existencia,
la Sociedad de las Naciones arbitro en diferentes conflictos internacionales,
pero a la larga fracasó en la intervención en problemas que involucraban a los
principales países europeos, como en el caso de Francia y Alemania cuando el
primero decidió, en 1923, la invasión de la cuenca alemana del Ruhr.
Los otros tratados de paz
Luego dela paz con Alemania, se firmaron
distintos tratados con las potencias vencidas. El tratado de Trianon (junio de
1920) fue firmado con Hungría, que debió ceder territorios a Rumania,
Yugoslavia, Austria, Croacia y Checoslovaquia. El tratado de Saint Germain
(setiembre de 1919) resolvió los asuntos con Austria, que fue reducida a sus límites
actuales. Con Bulgaria, se firmó el tratado de Neully (1919), en el que
redefinieron las fronteras con Grecia, mientras que por el tratado de Sèvres,
Turquía tuvo que ceder prácticamente todo su territorio europeo a Grecia, lo
que sería la causa de nuevos tratados, el de Lausanne.
Bibliografía: Historia, La Argentina y el resto del mundo (primera mitad del siglo XX);
Ed. Sm, 2012.
Actividades
Entrega: el siguiente trabajo deberá
enviarse al siguiente correo samrg1985@gmail.com, el cual debe
constar de Apellido y curso.
Fecha de entrega: 10/04/2020
Horario de consulta: de lunes a viernes de 09:00 a 17:00 hs.
Todos los alumnos deberán tener las actividades en
sus respectivas carpetas
1) ¿Cuáles fueron las principales causas que llevaron al estallido de la Primera Guerra Mundial? Explicar
2) Explicar el significado de la siguiente frase: “El principal conflicto en el Imperio Austrohúngaro era la existencia de múltiples minorías nacionales”
3) Relacionar: Nacionalismo-Imperialismo- Guerra
4) ¿Quién era Bismarck y el sistema bismarckiano? ¿Qué periodo se conoce como la Paz Armada y que significaba?
5) Expliquen cómo fue posible que un hecho puntual, como el atentado del archiduque, desencadenara un conflicto bélico en toda Europa.
6) Completar el cuadro con los principales combatientes en cada bando:
1) ¿Cuáles fueron las principales causas que llevaron al estallido de la Primera Guerra Mundial? Explicar
2) Explicar el significado de la siguiente frase: “El principal conflicto en el Imperio Austrohúngaro era la existencia de múltiples minorías nacionales”
3) Relacionar: Nacionalismo-Imperialismo- Guerra
4) ¿Quién era Bismarck y el sistema bismarckiano? ¿Qué periodo se conoce como la Paz Armada y que significaba?
5) Expliquen cómo fue posible que un hecho puntual, como el atentado del archiduque, desencadenara un conflicto bélico en toda Europa.
6) Completar el cuadro con los principales combatientes en cada bando:
Triple Alianza
|
Triple Entente
|
7) Investigar
qué relaciones existieron entre industria y tecnología en la guerra. Explicar
brevemente las características de la guerra
8) ¿A qué se
llamó guerra de movimiento y guerra de posiciones?
9) ¿Cuáles
fueron los problemas que surgieron en las potencias durante 1918? ¿Qué razones
llevaron al cambio de posición de los Estados Unidos con Respecto al conflicto
bélico?
10)
Investigar
e indicar en un mapa de Europa cuáles fueron los nuevos Estados que surgieron
luego de la Gran Guerra.
11)
Completar
el siguiente esquema:
12)
Ordenar los
siguientes acontecimientos de manera cronológica:
a.
Ingreso de
los Estados Unidos a la Primera guerra mundial.
b.
Declaración
de guerra a Serbia por parte de Austria.
c.
Primera
Guerra de los Balcanes.
d.
Abdicación
del Zar Nicolás II.
13)
Completar
el siguiente cuadro, el cual resumen el tema tratado:
PRIMERA
GUERRA MUNDIAL
|
|||||
Antecedentes
|
Contendientes
y etapas de la guerra
|
Tratados
de paz
|
Consecuencias
|
||
Sociales
y culturales
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Económicas
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