viernes, 25 de agosto de 2017

ALUMNOS DE LA ETARS HACEN FILOSOFÍA SOBRE EDUCACIÓN Y EL MUNDO DEL TRABAJO

Este martes 22 de agosto se realizó en Escuela Técnica "Astillero Río Santiago",  la Instancia Escolar de la Olimpíada de Filosofía de la República Argentina. 
Con esto se cumplió la primera fase de esta Olimpiada, con  sede en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que prevee además una Instancia Interescolar, otra Jurisdiccional, de donde saldrán los representantes que participaran en la última instancia de orden Nacional.
El tema que convoca a la Edición 2017 de este evento es La filosofía en el mundo del trabajo, la educación, la ciencia y la tecnociencia.
Sobre estos temas disertaron los participantes, Aarón Lozano, alumno de 4º Año, Or. Electromecánica y Jeremías Varas ( 6º Año de la misma orientación), siendo sus tutoras la profesora Cecilia Alvarez y la Licenciada Anna Vega Ostertag, del Equipo de Orientación Escolar
Oficiaron de Jurados los profesores Viviana Crespo, Marcelo Garayoa y Carlos Tesoriere. Doncentes y el conjunto de alumnos de 4º y 6º participaron activamente realizando preguntas a los expositores e interviniendo para desarrollar sus propias opiniones en un debate moderado por el Lic. Raúl Corzo 
LAS FUNDAMENTACIONES DE LAS OLIMPIADAS
Estamos instalados en sociedades fundadas en la actividad productiva y en los avances científico-tecnológicos que han transformado la fisonomía del mundo y también las formas de enseñar y de aprender.
Nuestras sociedades actuales son tecnocientíficas. No se puede entender la mayor parte de las cuestiones sociales contemporáneas sin tener en cuenta la influencia que la ciencia y la tecnología ejercen en la vida cotidiana, en la producción económica, en la construcción de saberes.
La cultura del trabajo es uno de los aprendizajes fundamentales en la constitución de la ciudadanía y en la formación integral de las personas. Esta situación explica la importancia que adquiere fomentar la cultura del trabajo y mostrar cuál ha sido su característica en las modernas sociedades.
La ciencia, tal como la conocemos hoy, es un producto moderno. Desde el Renacimiento la humanidad europea fue gestando una cosmovisión ligada a la observación y la matematización. El triunfo de la nueva cosmovisión no fue sólo teórico. La nueva ciencia otorgó herramientas prácticas para constatar la observación y hacer progresar la civilización. La navegación con mapas precisos del cielo, la incipiente maquinaria que luego devendrá en industria, el instrumento científico al servicio de la vida cotidiana.

En la actualidad presenciamos nuevas oleadas en esta revolución tecnocientífica. El original optimismo moderno, que veía en la ciencia un futuro promisorio de felicidad indefinida, fue trastocándose en decepción y temor posmoderno. El descontrol del uso de las nuevas tecnologías en el siglo XX, los grandes descubrimientos científicos al servicio de objetivos éticamente cuestionables, el riesgo de destrucción planetaria, son sólo algunas señales de esta mirada filosófica.
El Hombre contemporáneo pues se hace ciertas preguntas que se enmarca en la reflexión filosófica en este eje ¿el conocimento científico es verdadero? ¿existe la objetividad? ¿Quién define los programas de investigación? ¿debe la ciencia atender a la moral? ¿toda innovación técnica es positiva?
Los alumnos de la ETARS se zambulleron con entusiasmo y ansia en estas profundas aguas del conocimiento durante la jornada del 22 de agosto.

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